lunes, 23 de enero de 2017

Debo decir que...

Esto de la maternidad es con creces mucho más ameno, por decirlo con palabras dulces, de lo que nunca hubiera imaginado.
Sobran todos esas palabras y calificaciones moñas que ya conocemos todos, porque aburren, y para que engañarnos, no son originales ni hacen gracia, ni nah.
Yo tengo una hija, el monotiti, mono para abreviar, que no es una princesa, ni una dulce niña que halaga a sus papas a menudo. Solo de vez en cuando suelta un "te quiero más que a tu vida" o similar, o incluso, un "yo a ti más" cuando se lo dices tu a ella, pero poquito más así ... lo que si te dice son cosas como "tienes papaya" (osea papada), esa ropa que llevas es horrible, o que feo estás con ese corte de pelo... que se yo, cositas así, que te pillan de sorpresa un día cualquiera, y gracia lo que se dice gracia... pues no hacen eh?
Luego está el juego ese de ... te saco los jugos gástricos por las uñas y cuando ya no aguantas más voy y se los saco a la "figura paterna" hasta que tampoco aguanta más, y se convierte en un circulo vicioso de a ver donde acaba la pelota de ping-pong, en este caso el mono... y si, para que lo voy a negar LA QUIERO MÁS QUE A MI VIDA... 


2 comentarios:

  1. Es verdad que a veces nos sacan de nuestras casillas, pero daríamos nuestra vida por ellos.

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  2. Gonzalez Doyagüez23 de enero de 2017, 11:24

    Espera que crezca un poco más..... será mas "ameno" todavía.

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