jueves, 15 de noviembre de 2012

Tarifa plana mental.


La resaca de la huelga de ayer, me ha permitido llegar 25 minutos antes de mi hora, a la zona donde se encuentra mi trabajo (kkurro para mis amigos).

Me he permitido el lujo de entrar en ese lugar de color verde, donde sirven unos cafés bastante insulsos, aunque acompañados de la música de fondo, y de los sofases, logra el conjunto proporcionarte una inexplicable sensación hogareña, acompañada de la gran cristalera con vistas a la muy transitada boca de metro, donde una y otra vez aparecen minúsculos personajes uniformados para entrar en el colegio que está frente a mi... Es gracioso, a mi nunca me gustaron ese tipo de personajes y me resistí durante años a compartir mi minimundo con alguno de ellos, como cambian las cosas.

Hoy la ternura me asaltaba una y otra vez, al verlos saltar y remolonear antes de entrar en su cole, me venían a la cabeza muchas escenas, de mi cuando tenía su edad, de mi niña hacía un ratito al entrar en su colegio, de mis hermanos, de mis padres, de mi uniforme una y otra vez, y me he llegado a aturullar tanto, que se me ha hecho tarde!